Cuerpo pintado con Pintura Antimicrobiana para conseguir un elevado nivel de higiene, garantizado en el tiempo.
La lámpara germicida es una lámpara especial que produce radiación ultravioleta con componente espectral dominante en la región UV‑C; dicha radiación modifica el ADN o el ARN de los microorganismos (bacterias, virus, esporas, gérmenes y hongos), por lo tanto impide su reproducción o su capacidad de ser nocivos.
Las lámparas germicidas emiten radiaciones UV‑C de alta intensidad capaces de provocar quemaduras, daños a los ojos (conjuntivitis) y daños a la piel (eritemas).Las luminarias están diseñadas para el uso de lámparas germicidas lineales T8 de 30W, 36W y 55W.
Distribución luminosa Indirecta asimétrica (versión Pared) o Directa simétrica (versión Techo).Luminarias suministradas sin lámparas (S/L) germicidas; a continuación algunos modelos de lámparas disponibles en los principales distribuidores de material eléctrico.

Osram PURITEC T8/G13

• HNS 30W G13
• HNS 55W G13
• HNS 36W G13

Philips TUV T8/G13

• TUV 30W 1SL/25
• TUV 55W HO 1SL/6
• TUV 36W SLV/6

Cuerpo de acero, pintado de color blanco con pintura antimicrobiana en polvo.
La pintura especial, además de las propiedades antimicrobianas, ofrece la protección y decoración típicas de una pintura en polvo de alto rendimiento.
Es específica para uso en zonas donde es necesario garantizar un nivel de limpieza elevado, por ejemplo, en ámbito médico, alimentario, en zonas públicas lúdicodeportivas y en locales con gran concentración de personas, como los medios de transporte público, aeropuertos, colegios, etc.
El desarrollo y la proliferación de los microbios, como bacterias y hongos, pueden influir en el funcionamiento de un producto, ser responsables de su degrado, de malos olores y de manchas.
La acción de limpieza sirve para eliminar la presencia de las bacterias en los productos.
No obstante, entre un ciclo de limpieza y otro, los microbios se multiplican en las superficies.
La protección antimicrobiana actúa entre los ciclos de limpieza ofreciendo a los productos una defensa adicional contra el desarrollo de las bacterias.Conformidad con la normativa EN 60598‑1.
Equipo electrónico EEI A2, 230V‑50/60Hz, encendido con precaldeo de la lámpara.
Cable de silicona de doble aislamiento con alta resistencia a los rayos UV.
Conformidad con la normativa EN 60598‑1.Instalación en pared.
Irradiación indirecta hacia el techo con irradiación difusa en el ambiente para la higienización del aire.
Orientación obligatoria de la luminaria con la lámpara en la parte baja; altura de instalación no inferior a 2 metros desde el suelo.

Instalación en el techo.
Irradiación directa hacia el suelo para la higienización de superficies y del aire.Luminarias para la esterilización de los ambientes, ideadas para su uso en lámparas germicidas.El producto está estudiado para equipar lámparas germicidas con Riesgo fotobiológico RG3 (IEC 62471) que emiten radiaciones UV‑C de alta intensidad capaces de provocar quemaduras, daños a los ojos (conjuntivitis) y daños a la piel (eritemas).

• Evitar la exposición de piel y ojos a las radiaciones directas o indirectas sin el uso de Equipos de Protección Individual (EPI).
• Las luminarias que emplean dichas lámparas se deben encender y utilizar solo en ausencia de personas, animales y plantas.
• Se deben aplicar procedimientos de seguridad para tutelar a los trabajadores que accedan a los locales donde se encuentran instaladas las lámparas que emiten radiaciones UV‑C; el personal debe estar protegido adecuadamente contra la acción de las radiaciones emitidas.
• Los trabajadores deben estar informados, conocer los procedimientos de seguridad y respetarlos con plena consciencia. Es indispensable impedir el acceso al local a sujetos no protegidos en caso de que las lámparas estén activas.

Una medida de protección especialmente eficaz a dicho propósito es predisponer que el encendido de las lámparas tenga lugar solo a través de interruptores de llave, y que las llaves se confíen solo a personal formado adecuadamente.
Los rayos UV‑C son asimilables a los rayos solares, aunque no transmitan calor.
Como los rayos solares, pueden tender a provocar el amarilleo de los materiales plásticos expuestos durante largos períodos de tiempo, especialmente si son de color blanco, y causar alteraciones en muchos materiales.